En la historia del árbol de Navidad, su origen se remonta a distintas culturas y períodos históricos. Y si bien las luces blancas y multicolores han sido opciones clásicas, las luces rojas han adquirido un significado especial a lo largo del tiempo.
Se cree que las primeras luces utilizadas en los árboles de Navidad eran velas reales que simbolizaban la luz de Cristo y su importancia en esta celebración.
Sin embargo, con el avance de la tecnología, estas velas fueron reemplazadas por luces eléctricas y el color rojo dejó de tener un significado para algunos y convertirse en una elección popular.
El rojo tiene un significado religioso en la Navidad, especialmente en la tradición cristiana. Además de su carga simbólica, las luces rojas añaden un toque de elegancia y dramatismo a la decoración navideña.
Mientras que las luces blancas transmiten un aire clásico y las luces multicolores alegría y diversión, las luces rojas infunden sofisticación y misterio. Su suave brillo crea un ambiente acogedor que invita a la contemplación y la reflexión.
La tradición de usar luces rojas en el árbol de Navidad también es un tributo a la historia de esta festividad.