Existe una enorme red subterránea oculta
de raíces de plantas bajo la tierra en busca de nutrientes y agua. Sin embargo,
los mecanismos genéticos y moleculares que gobiernan qué partes de las raíces
del suelo exploran siguen siendo en gran parte desconocidos. Ahora, un equipo
de investigadores del Instituto Salk, liderados por Wolfganga Busch, ha
descubierto un gen que determina si las raíces crecen profundas o apenas bajo
la superficie.
Los hallazgos, publicados en
Cell, permitirán a los científicos desarrollar plantas que puedan ayudar a
combatir el cambio climático. La iniciativa apunta a cultivar plantas con
raíces más robustas y profundas que puedan almacenar mayores cantidades de
carbono bajo tierra durante más tiempo para reducir el CO2 en la atmósfera.
“Estamos increíblemente
entusiasmados con este primer descubrimiento en el camino hacia la realización
de los objetivos de la Iniciativa de aprovechamiento de plantas – explica Busch
en un comunicado –. Reducir los niveles de CO2 en la atmósfera es uno de
los grandes desafíos de nuestro tiempo y, personalmente, es muy significativo
para mí trabajar en una solución”.
El equipo de Busch utilizó como
modelo a la Arabidopsis thaliana para identificar los genes que regulan cómo
funciona la auxina, una hormona que es un factor clave en el control de la
arquitectura del sistema radicular. Aunque se sabía que la auxina influía en
casi todos los aspectos del crecimiento de las plantas, no se sabía qué factores
determinaban cómo afectaba específicamente a la arquitectura del sistema raíz.
El equipo descubrió que un gen, EXOCYST70A3, regula la arquitectura del sistema de raíces al controlar la vía de la auxina. Además de permitir que el equipo desarrolle plantas que puedan hacer crecer los sistemas de raíces más profundas para finalmente almacenar más carbono, este descubrimiento podría ayudar a los científicos a entender cómo las plantas abordan la variación estacional en la lluvia y cómo ayudarlas a adaptarse a los climas cambiantes.
Fuente: quo.es