Pablo Acuña nació sin brazos ni pierdas, su mujer lo dejó y aún así pudo criar a sus hijas. Una de ellas fue quien difundió este hecho a los medios locales, la joven de 26 años describió a su padre como un “héroe”.
Acuña se transformó en un ejemplo de lucha debido a que “todos los días puso un plato sobre la mesa”, con la ayuda de su madre (abuela de las jóvenes).
“Cuando yo tenía 4 meses mi mamá nos abandonó. Ahora tengo 26 años y mi hermana mayor 29. Mi papá y mi abuela se encargaron de nosotras. Nunca vi a mi papá triste. Siempre está alegre y me da consejos muy sabios, pese a que nunca fue a la escuela. Es una persona muy inteligente, yo le admiro. Es el mejor papá del mundo”, aseguró.
Asimismo, la joven reveló que durante su niñez y adolescencia jamás le faltó nada debido a que siempre trabajó duro para poder mantener a la familia.
“Mi papá es mi mundo. Él es mi amigo, confidente y es el mejor papá del mundo. Vine a quedarme para poder cuidarle, porque mi abuela ya no puede hacerlo, porque ya está viejita”, culminó la joven, que ahora quiere devolverle al hombre toda la ayuda y amor que le brindó.