Las manchas del rostro son un problema estético que se puede desarrollar por múltiples factores. A menudo aparecen como consecuencia de la exposición directa a los rayos del sol; sin embargo, también se dan por enfermedades del hígado, cambios hormonales, acné, entre otras condiciones.
Por suerte, además de los tratamientos comerciales, hay una serie de recetas naturales que brindan beneficios similares.
Mascarilla de pepino:
El pepino es uno de los ingredientes naturales más bondadosos para la salud cutánea. Gracias a su riqueza de antioxidantes y agua, sirve para hidratar, proteger y regenerar. Su uso regular es de gran ayuda para quitar las manchas del rostro.
¿Cómo se utiliza?
Para realizar esta mascarilla se debe rallar un trozo de pepino con su cáscara. Después, se lava y seca muy bien la cara y se procede a aplicar esta mezcla. También se le puede añadir media cucharada de miel. Por último, se deja actuar de 20 a 30 minutos y se enjuaga.
Mascarilla de aloe vera:
El aloe vera es una de las plantas más utilizadas a la hora de realizar tratamientos para la piel. En el caso de las manchas que ya se encuentran localizadas en el rostro o en cualquier parte del cuerpo, su uso regular puede ayudar a atenuarlas, dejando los tejidos más suaves e hidratados.
¿Cómo utilizarla?
Para realizar esta mascarilla simplemente se debe mezclar una cucharada de gel o cristal de sábila con media cucharada de jugo de limón. Luego de esto, se baten muy bien hasta lograr que se integren. Esta preparación se aplica en la parte afectada, dejando que actué durante veinte o treinta minutos. Finalmente, se enjuaga bien con agua tibia.
Mascarilla de avena y limón:
Otro producto efectivo para minimizar las manchas del rostro es un preparado de avena molida con zumo de limón. Es una mascarilla con propiedades exfoliantes y reparadoras, ideal para darle un aspecto más uniforme a la piel.
¿Cómo utilizarla?
Se debe coger una cucharada de avena y agregarle media de jugo de limón. Posteriormente, se integran muy bien y se aplican en las manchas. Dejar actuar por veinte minutos y lavar con agua tibia. Se puede repetir dos veces por semana.