La celebridad se ha comprometido con un proyecto social de reinserción de presos y conmutación de penas.
Kim Kardashian está especialmente interesada en las condiciones de los presos estadounidenses. Por esta razón la celebridad ha decidido unirse al proyecto Decarceration Collective, una iniciativa que busca potenciar la reinserción de reos y la conmutación de penas.
En el marco de este proyecto, la modelo visitó este jueves el célebre penal de San Quintín, uno de los más famosos de Estados Unidos, y allí se adentró en el llamado “corredor de la muerte”, esa ala donde aguardan la ejecución los presos condenados a la pena capital.
El objetivo que se ha propuesto Kim es lograr la liberación de Kevin Cooper, de 61 años, un recluso que espera su ejecución desde 1983, y que siempre se ha defendido su inocencia. El hombre fue declarado culpable de cometer cuatro asesinatos en Chino Hills, California, y sentenciado a la pena de muerte. Desde entonces ha habido muchos cambios legales, tanto en el modo de ejecutar como en la posibilidad de suspensión de la propia pena.
En octubre pasado, Kim solicitó al entonces gobernador de California, Jerry Brown, que investigase más el caso y este le hizo caso: se ordenaron nuevas pruebas de ADN y tanto Cooper como la administración están a la espera de resultados, recoge La Vanguardia.
La celebridad quiso conocer en persona al recluso y por eso visitó la prisión. Kim estuvo dos horas con Cooper y, según manifestó, salió aún más convencida de su inocencia. El reo y Kardashian al menos tienen de su parte al nuevo gobernador, Gavin Newson, que se opone a la pena capital y suspendió todas las ejecuciones durante su mandato.
Fotos: Instagram/Socialist Action.