En días recientes los medios locales han dado a conocer la historia de Naomi, una estudiante de enfermería que desde hace un año las autoridades del distrito donde reside, la molestan por cualquier cosa que tenga que ver con su gallo llamado “Claudio”.
Resulta que las autoridades la han visitado varias veces en su casa para ver si “Claudio” vive en un ambiente apto. Y como vieron que era así, entonces comenzaron a mandarle multas y requerimientos por el ruido que el animal hace en algunas horas del día.
Aunque los requerimientos aseguran que los vecinos se quejan por el canto del gallo, la joven informó que tiene todos sus papeles en orden y ya hasta cuenta con las firmas donde los vecinos dan su aprobación de que “Clauido” esté en su casa, pues su presencia no los molesta.
Al parecer el problema viene con una de las tías de Naomi que parece no quiere al gallo, al cual hace unos años la chica rescató de un basurero mientras se encontraba moribundo. Todo sin imaginar que se convertiría en su inseparable compañero.
Por su parte, trabajadores del distrito indicaron que ellos no quieren separarlos, pero que Naomi sólo tiene que ir a las oficinas del distrito con los documentos que le piden para que se pueda quedar con Claudio.