Un descubrimiento en las oscuras profundidades del océano no deja más que asombrar con la vida de extrañas criaturas marinas: unos increíbles crustáceos parecidos a camarones del tamaño de un puño con ojos grandes. Se los conoce como Cystisoma, y la mayor parte de la cabeza de crustáceo está ocupada por sus ojos, mucho mejor para ver en la oscuridad.
“Cuanto más grande hagas tu ojo, más probabilidades tendrás de captar cualquier fotón que esté ahí fuera”, dice Karen Osborn, científica investigadora de la Institución Smithsonian en Washington DC.
Los ojos son especialmente difíciles de ocultar porque las retinas siempre tienen que contener pigmentos oscuros que absorben fotones, que los depredadores pueden distinguir en la iluminación tenue de la zona crepuscular o en los haces de sus propios reflectores bioluminiscentes.
Según la investigadora, este crustáceo transparente llamado Cystisoma disfraza sus enormes ojos de una manera única. En lugar de concentrar los pigmentos en un área pequeña, dice Osborn, extienden su retina en una capa delgada de pequeños puntos rojizos que son demasiado pequeños para que la mayoría de los animales los vean.
Lo más increíble es que el Cistisoma oculta la mayor parte del resto de su cuerpo al ser completamente transparente. Cuando los científicos los capturan en redes de arrastre y los vacían en un balde de agua de mar, aparecen como espacios vacíos del tamaño de la palma de la mano entre otros animales. “Realmente no puedes ver estas cosas hasta que las sacas del agua”, dice Osborn.
La mayoría de los órganos internos de Cystisoma parecen cristalinos gracias a la forma muy ordenada y estructurada en que se organizan sus tejidos, explica Osborn. “Lo único con lo que parece que no pueden hacerlo muy bien es con su instinto”, dice ella.