Hace algunos días Meghan Markle reapareció en las celebraciones oficiales del cumpleaños de la reina Isabel II, esto a pesar de que se encontraba con licencia maternal.
En la ocasión se le vio luciendo su último “capricho”: algunos cambios al anillo que le regaló el príncipe Harry al momento de pedir su mano en 2017.
La joya originalmente consistía en dos diamantes de la colección de la princesa Diana y un gran diamante de talla radiante de Botswana. El trabajo fue realizado en su momento por los joyeros oficiales de la casa real británica, “Cleave and Company”, según señala The Mirror.
Sin embargo, la duquesa de Sussex quiso realizar algunos pequeños cambios estéticos al anillo. El diseño original tenía una banda de oro sólida un poco más gruesa. Pero ahora fue sustituida ahora por otra más delgada y adornada con pequeños diamantes.
El nuevo anillo tiene un valor de 4.350 libras esterlinas y fue elaborado por Harry Collins, el joyero personal de la reina Isabel II, y sería un regalo de Harry por el nacimiento de Archiey la celebración de su primer año de matrimonio.
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