No es verdad. Los alimentos cocinados
en un horno microondas son tan seguros y tienen el mismo valor nutritivo que
los cocinados en un horno convencional.
Las microondas no son más que emisiones de radio de alta
frecuencia. Los tejidos vivos y los alimentos absorben gran cantidad de esa
energía al meterlos en ese tipo de horno.
La diferencia estriba en que la energía del microondas
penetra más profundamente y acelera la conducción del calor a todo el alimento.
El único resultado es que tarda menos en calentarse.
Esto elimina el mito de que este aparato que está en la
mayoría de los hogares puede generar una pérdida de nutrientes en los alimentos
que nos calienta de una manera más fácil.
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