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Las mujeres, intensas en la vida y el amor, somos incapaces de ocultar nuestras emociones tras una capa de indiferencia como los caballeros suelen hacer. Algunas
con mayor decisión, hablan de lo que ocurre desde el primer instante sin dejar nada al aire, esperando a que el otro comparta sus sentimientos y olvidando esa posibilidad si la persona se muestra dudosa. Otras esperan
con calma hasta que las cosas tomen un rumbo distinto; intentan dar señales que son ignoradas por el receptor porque de algún modo, al tratar de no ser tan intensas, esas señales se convierten en nada.
La mejor parte surge cuando es un hecho que la atracción es mutua y que los dos anhelan estar juntos. Entonces, creemos, ya no importa si nos enamoramos porque el sentimiento es recíproco.
Intentamos dar pequeñas señales cuidando siempre no salir lastimadas pero llega un punto al que llamaremos “el punto sin retorno” en el que cualquier acto parece demasiado y sin querer, nos damos cuenta
de que nos estamos enamorando profundamente de la otra persona.
1. Te enseña sin intentar humillarte o sentirse superior.
Ella tiene fortalezas que desea que tú también poseas. No le importa que la iguales o superes porque para ella es importante admirar a la persona con la que está. Así, te regala su conocimiento.
2. Intenta aprender de ti.
Cada cosa nueva que le enseñas, se queda almacenada para no olvidarlo nunca. Puedes hacer la prueba y preguntarle algo que ya le has explicado.
3. Comparte sus anécdotas vergonzosas.
Como aquella en la que rompió la silla de la primaria y todos se rieron, o cuando vomitó el rostro de su amiga por problemas etílicos… sabrá que no la juzgarás y se reirán de lo que ocurrió como si no fuera importante.
4. Intenta complacer tus gustos.
Por más culposos o extraños que sean, intenta que disfrutes cada momento que estás a su lado, incluso si eso involucra comer donas rellenas de jamón y queso, o leer cómics toda la noche.
5. Prefiere quedarse en casa a solas contigo que salir a la mejor fiesta del año.
Para ella han dejado de importar los compromisos sociales porque los mejores momentos los pasa a tu lado, sin el ruido o los problemas que las demás personas puedan dejar en su relación.
6. No publica su relación en redes sociales.
Porque se ha dado cuenta de que hacerlo simplemente se convierte en un refuerzo innecesario. Mostrar su vida privada en redes sociales es sólo para parejas inseguras que intentan decirle a los demás lo bien que están aunque a diario la pasen mal juntos.
7. Ya no disimula.
Así como las risas son auténticas, también ha perdido el miedo de ocultar lo que siente por ti. No duda antes de mandarte un mensaje de amor o publicar una foto contigo, pero sobre todo, cuando están juntos te dice cuánto te quiere sin esperar respuesta.
8. Los momentos a solas son divertidos.
No necesitan a nadie más para pasarla bien porque ustedes son como chispa. Entienden a la perfección el humor del otro y lo complementan tan bien, que a veces cuando alguien está con ustedes, no comprende nada de lo que hablan.
9. Sus amigos saben de ti.
Todas saben tu nombre, algunos disimularán para que todo se sienta más natural, pero encontrarás otras más indiscretas que incluso sabrán qué estudias, cómo te ganas la vida o dónde vives.
10. Te da detalles.
El orgullo y la pregunta eterna sobre quién debe dar los detalles en la relación se ha ido. Ahora cualquier cosa que ve en la calle le recuerda los momentos que pasa contigo. Así, a menudo llega con un chocolate, una pequeña carta o busca páginas de Internet que sabe que te gustarán para después dártelas.
11. No siente celos de nadie.
Confía tanto en ti y en lo que su relación comienza a significar, que ha olvidado que existen otras personas en las que puedas fijarte. En cambio, te alienta a salir con tus amigos y amigas, te pregunta con sinceridad si quieres que vaya y si dices que no, te da tu espacio para que disfrutes el tiempo con ellos y con ella.
12. Ha dejado de hablar de “su” futuro para hablar del de ambos.
Ya no le da miedo decir cosas “clavadas” o “intensas” porque ni siquiera lo nota. En lugar de hablar de lo que hará en el futuro o lo que tú tienes en mente para los años venideros, hace planes que los involucren a ambos y las metas que quieren cumplir.
13. Adora tus manías.
Todas esas cosas que las demás personas encuentran odiosas en ti, para ella son únicas, adorables y parte de tu encanto, por lo que, sin querer, cada que estás a su lado te sientes más seguro de ti.
14. Reacciona a cualquier tipo de contacto físico.
Un roce ligero es capaz de provocarle reacciones inesperadas, incluso erizar su piel y sonrojarse. Si quieres saber cuán avanzado va el coqueteo y el romance, acércate más, háblale al oído y roza con tu cuerpo el suyo.
15. No puede dejar de sonreír cuando están juntos.
La evolución nos hace sonreír para mostrarle al otro empatía y darle señales inconscientes de que nos atrae. Algunos replican el patrón para atraer al otro, pero una sonrisa sincera se nota al instante. Las interminables charlas y risas genuinas, son un gran indicio de que la pasa muy bien contigo, al grado de comenzar a sentir cosas que no esperaba.
16. Espera a contarte lo mejor y peor de su día sólo a ti.
Quizá no lo sabes pero eres la única persona a la que le cuenta detalladamente cómo le fue, qué hizo, comió y cuántas cosas extraordinarias le ocurrieron en su día. Cuando algo nuevo le pasa, lo rememora para que cuando te vea, pueda decírtelo tal y como ocurrió.
17. Te busca todo el tiempo.
Un mensaje, una llamada “casual” que se alarga por horas, la excusa perfecta para entablar una conversación… todos los recursos son válidos para poder mostrarte que estás presente.
18. No le importa hacer el ridículo a tu lado.
En cambio lo disfruta y te invita a que tú también lo hagas. Está dispuesta a bailar en medio de la calle, a gritar fuerte cuánto te ama o jugar como si fueran niños alrededor de extraños.
Fuente: culturacolectiva.com