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la Vanguardia
Alemania está regresando poco a poco a lo que era antes del coronavirus. En la nueva normalidad, se han habilitado restaurantes, bares y cafés que tengan mesas en la calle, por esta razón, un establecimiento de la localidad de Schwerin aprovechó para reabrir su terraza, aunque de forma bastante peculiar pues para marcar la distancia social de dos metros, ponen flotadores de esponja como sombrero en las cabezas de sus clientes.
La
distancia social, el uso de tapabocas y el frecuente lavado de manos son clave
para mantener pocos contagios de COVID-19. Por eso, los encargados de la
pastelería alemana “Rothe Cafe & Konditorei” ubicada en el norte de
Alemania, les han colocado sombreros adornados con flotadores de esponja para
lograr mantener a sus clientes distanciados.
Los clientes de la mencionada pastelería se lo han tomado con buen humor, cabe resaltar que en Alemania ya pasó el pico de contagios de coronavirus y actualmente se intenta crear nuevos espacios de normalidad en su día a día.