El hipo es una contracción involuntaria del diafragma que causa una presión abdominal ligera con un sonido característico. Rara vez resulta incapacitante, pues desaparece en un lapso corto (salvo raras excepciones). Entre las causas más comunes de la aparición del hipo encontramos:
- Consumir
en exceso bebidas alcohólicas o alimentos picantes.
- Comer
demasiado rápido.
- Sufrir
un episodio de estrés o trastorno emocional.
- Fumar.
Consumir una cucharada de azúcar:
Si no te gusta la idea o te desagrada el azúcar, puedes probar con una cucharada de miel de abejas. El sabor dulce acaparará toda la boca y calmará el nervio que desata el hipo.
Consumir limón:
Debido a su característico sabor, el limón abruma los nervios irritados y logra que el hipo desaparezca. Puedes chupar un trozo de este cítrico, preparar un zumo y beberlo lo más rápido posible o diluirlo en agua.
Beber una infusión de manzanilla:
Las flores de esta planta son relajantes musculares por excelencia. Al consumir un té de manzanilla calmarás el diafragma y el hipo desaparecerá. Si no tienes bolsitas de este té puedes comprar las raíces o flores en una tienda naturista.
Beber agua bien fría:
Pon agua en
un vaso y échale unos cubos de hielo para que se enfríe. Bebe de un sólo trago
y espera unos segundos. Si el hipo se mantiene, puedes repetir una vez más el
procedimiento.
Las bajas temperaturas de la bebida son un “shock” para el diafragma y lo dejan en reposo. Otra opción es chupar un hielo durante algunos segundos.