Tomado de: www.neostuff.net
Todos los años, millones de personas se plantean sus propósitos de Año Nuevo con la esperanza de que llegue un cambio positivo. Sin embargo, cuando tenemos claras nuestras metas, llega una de las preguntas más temidas: ¿por dónde empezar?
Los temas más frecuentes van desde aquellos que buscan mejorar la salud y la forma física, hasta los que pretenden un mejor desarrollo personal y profesional. Como sabemos que nadie se libra, es posible que estos propósitos te suenen de algo: perder peso, dejar de fumar, viajar más, aprender una nueva habilidad,…
Puedes amarlos u odiarlos, pero lo cierto es que lo único que buscamos con los propósitos es mejorar nuestra salud y aspecto. Y en esto último nos vamos a centrar. Los propósitos de belleza están a la orden del día y es que es inevitable que queramos vernos bien.
Conseguir vernos y sentirnos mejor puede resultar complicado a veces, pero en otras ocasiones es tan sencillo como introducir pequeños cambios o mejoras en nuestras rutinas del día a día.
Compartimos 10 propósitos que plantearos en 2020 para mejorar por dentro y por fuera.
1. Escucha las necesidades de tu cuerpo
El cuerpo humano tiene muchas formas de decirnos lo que necesita, solo hace falta prestarle atención. Aunque pueda parecerte una pérdida de tiempo, dedícate tiempo a ti misma. Mírate delante de un espejo y observa, ¿Qué ves? ¿Qué es lo que realmente quieres cambiar? ¿Es bueno para tu salud? ¿De verdad lo necesitas?
Cuando hagas tu lista de objetivos plantéate todas estas preguntas, que no solo te harán ser consciente de los objetivos que no te interesan, también fijar algunos que no te habías planteado como necesario.
2. Rompe con las rutinas: arriesga con tu estilo
Recupera tu capacidad de asombro y sal de esa burbuja para encontrar nuevas versiones de ti. Puede que te sientas muy bien con tu estilo porque consideras que es el que mejor te sienta pero, ¿y si te has conformado sólo por miedo a arriesgar? Si es así, ve probando pequeños cambios: un nuevo corte de pelo, otro tipo de accesorios,… pequeños matizes que pueden hacer que te llenes de energía e ilusión por algo nuevo.
3. Elimina las malas costumbres: olvídate de acostarte con el maquillaje puesto
Uno de los grandes errores de cualquier adepto al maquillaje es la pereza. Cuando volvemos a casa después de un largo día, lo último que nos apetece es ponernos a lavarnos la cara y seguir una rutina. Sin embargo, desmaquillarnos bien es una costumbre que deberíamos implementar en nuestro día a día para evitar patologías, alergías e incluso el envejecimiento prematuro de nuestro rostro.
4. Aprende nuevas habilidades: ¿sabes cómo cortarte tú misma las puntas?
En clase, en la oficina o en casa, da igual dónde te encuentres. Mirarse las puntas abiertas debería ser considerado una tradición a nivel mundial y arrancárselas, un deporte de riesgo. Para muchas, el cabello es una parte esencial de la personalidad, por lo que aprender a mantenerlo, no sólo con tratamientos, sino con algún corte de puntas de vez en cuando, debería ser un objetivo.
¡Puedes recurrir a cientos de tutoriales por internet que te ayudarán a mantener esas puntas abiertas a raya!
5. Deja de lado algunos hábitos: despídete de tocarte los granitos
Sí, aunque a todas nos cueste reprimir el impulso de quitarnos ese grano que justo ha salido en el momento más inoportuno, debemos evitarlo. Quitarnos los granitos sólo pueden empeorar la situación, provocando que se generen más, se enquisten e incluso, en el peor de los casos, dejen cicatrices que, a diferencia de los granos, son permanentes.
6. Huye de lo que te puede hacer daño: nada de secadores, rizadores y tenacillas
No es una novedad para nadie decir que el abuso de los secadores, tenacillas y prácticamente cualquier herramienta que modela el pelo a través de las altas temperaturas es dañino. No, no es necesario que renuncies por completo a usarlas, pero tienes que evitar el abuso de estos, reduciendo la frecuencia de uso y la temperatura a la que exponemos a nuestro cabello.
7. Mantente en forma con ejercicio diario
Para cuidar nuestra belleza externa, debemos empezar por el interior. Una dieta sana y equilibrada, complementada con un poco de ejercicio diario, es lo mejor que podemos ofrecer a nuestra salud y nuestra belleza. No importa si estás con un peso por encima del normativo, si estás en forma o necesitas ganar masa, el deporte beneficia a todos.
8. Trata de evitar las malas manías: se acabó eso de morderse las uñas
Los pocos estudios publicados sobre el tema estiman que entre un 20 y un 45% de la población tiene esta manía. Aunque muchas veces se genera en la niñez, es en la adolescencia cuando se consolida esta costumbre de la que es casi imposible escapar. Para evitarlo, lo mejor que puedes hacer no es recurrir al mítico pintauñas que sabe mal, sino buscar formas más sanas de lidiar con la ansiedad y las situaciones de estrés.
9. Cuídate de día, pero también de noche: tus rutinas para el descanso
Aunque mientras dormimos parece que no sucede nada, en realidad nuestro cuerpo no para. Se regenera, consolida la memoria, desconfigura las redes neuronales que podrían ser perjudiciales para la salud mental. Mantener un horario constante y eliminar las interferencias son dos claves para favorecer una rutina adecuada para cuidarnos.
10. Recuerda que tu salud no tiene precio
Todo lo que está relacionado con el mundo de la belleza tiene un precio y, aunque a veces nos pueda parecer caro, es mejor no arriesgarse y exponer a nuestro cuerpo y rostro sólo a productos cuya composición y origen nos produzcan suficiente confianza, aunque salgan por unos euros más.
Tomado de: enfemenino.com