Foto: Instagram/@archies.journey
La historia de un pequeño de cuatro años originario de
Inglaterra ha conmovido al mundo pues aparte de luchar contra el cáncer, el
pequeño fue contagiado de COVID-19.
Archie Wilks fue diagnosticado con neuroblastoma en enero
de 2019 y al comienzo de la pandemia sus padres decidieron tomar todo tipo de
medidas para protegerlo de un posible contagio.
Dentro de las medidas que tomaron, sacaron a su hermano
gemelo del colegio, se aislaron en su domicilio, solicitaron asistencia médica
a domicilio y solo acudieron a la consulta cuando fue estrictamente necesario.
Pero todos los esfuerzos no fueron suficientes y Archie
terminó infectándose, siendo el primer paciente con cáncer infantil que dio
positivo por covid-19 en el Hospital de Addenbroke, en Cambridge.
Tan solo dos días después de haber comenzado a recibir
quimioterapia, el pequeño tuvo que ser trasladado a la sala para pacientes con
coronavirus. “Nos resultó aterrador porque no teníamos información real sobre
cómo un niño en su situación podría hacer frente al virus”, dijo su padre al
medio Mirror.
Tras pasar seis días en el centro hospitalario, los
médicos anunciaron a la familia que podían regresar a casa para continuar allí
con el aislamiento a principios del corriente mes de abril. “Archie
definitivamente está al otro lado del virus, sin tos y sin necesidad de
oxígeno“, anunció su padre en Instagram.
El caso de Archie da esperanza a muchas familias que
viven una situación tan complicada como la suya. “Es tranquilizador para otros
padres el hecho de ver que un niño tan vulnerable se ha enfrentado así de bien
al virus”, comentó su papá.