El
plástico es una de las mayores amenazas para el medio ambiente. No
solo tarda muchos años en descomponerse sino que, además, se produce cada
vez en mayores cantidades.
Sigamos promoviendo alternativas sostenibles que permiten reducir su uso en el hogar.
1. Evita comprar agua en botella Beber agua es uno de los mejores hábitos que se pueden tener. Ahora bien, el consejo es usar un termo reutilizable que se pueda lavar y rellenar cuantas veces se desee, y no botellas de plástico.
2. Prescinde de las pajillas
Prescindir de las pajillas es quizá el cambio más sencillo, pero con mayor repercusión medioambiental que se puede realizar. Este objeto, que se utiliza durante un muy breve período de tiempo, puede tardar más de 500 años en descomponerse. Aun así, es uno de los plásticos más consumidos a nivel mundial y, en consecuencia, uno de los residuos más abundantes en el fondo marino. Cabe, pues, preguntarse: ¿tan necesaria era esa pajilla? En caso afirmativo, una alternativa pueden ser pajillas desechables, comestibles o, en su defecto, fabricadas de acero inoxidable.
3.
Utiliza bolsas reciclables
Las
bolsas de plástico también lideran el ránking de objetos de uso diario más
contaminantes. En 2015 la Unión Europea emitió una directriz para restringir su
consumo en los países miembros. El pasado 2018, el Gobierno de España aprobó el
real decreto por el que se exige a los establecimientos el cobro de las bolsas.
Pero aunque más caras, estas siguen estando disponibles. Para no caer en la
tentación, lleva bolsas reciclables cuando vayas a hacer la compra. ¡El
esfuerzo que conlleva es mínimo!
4. El
vidrio es siempre una alternativa
Dejar de
utilizar botellas de plástico es más sencillo de lo que parece, sobre todo en
el caso del agua: tan solo hace falta sustituir las botellas de plástico por
las de vidrio y llenarlas de agua del grifo. En aquellos lugares en la que la
calidad de agua corriente no sea lo suficientemente buena, siempre existe la
opción de comprar un filtro. De esta manera evitamos contribuir al más de un
millón de botellas de plástico que se venden a diario en todo el mundo y que,
en su mayoría, terminan en el mar.
5. Elige
productos a granel
Desde un simple chicle hasta bandejas de carne fresca: los envoltorios de plástico inundan los estantes de los supermercados de cualquier rincón del mundo. Según el último informe de Eurostat, cada ciudadano europeo genera de media 31 kilos de desechos de este material al año. Por este motivo, en los últimos años la oferta de alimentos sin embalaje ha aumentado considerablemente. Y es que esta opción elimina de los hogares envases evitables a la vez que favorece la reducción de desperdicio alimentario.
Tomado de: www.ethic.es
Elaborado por Maripaz Sierra