La vida en el medio artístico es una moneda al aire, nunca sabes que te puede tocar, tal como pasó con Chris O’Donnell.
Alcanzar el éxito en Hollywood no es nada sencillo, en ocasiones aceptar un proyecto en la pantalla grande puede significar el fin de una carrera o el primer paso para convertirse en una estrella.
Después de protagonizar reconocidas películas su carrera
se apagó de la noche a la mañana.
Las películas de superhéroes suelen ser una apuesta segura en taquilla, pero los fracasos también son parte de este género un claro ejemplo de ello es Batman & Robin. Película que protagonizó Chris O’Donnell y que marcó el final de su historia.
Chris O’Donnell comenzó en la industria grabando anuncios publicitarios, entre ellos una campaña de McDonald’s junto a Michael Jordan. Poco después llegaría su primer oportunidad en el cine con Los hombres nunca se van (1990).
Aunque su saltó a la fama fue gracias a la cinta Tomates verdes fritos, del director Jon Avnet. Posteriormente protagonizó reconocidas películas como Perfume de mujer, The Bachelor, Batman Forever y Límite vertical.
Aceptar protagonizar Batman & Robin, lo llevó a renunciar al personaje principal en Titanic, esto sin olvidar que renunció a una llamativa propuesta: interpretar a uno de los Hombres de negro.
Sin embargo, tras el fracaso de Batman & Robin el actor tuvo que llevar su talento a la televisión. Participó en las series Grey’s Anatomy, NCIS: Los Ángeles y Two and a Half Men.
Continúa realizando de manera espontánea algunos proyectos en la pantalla chica, lo cual le da tiempo libre para atender su propia pizzería. Actualmente, Chris O’Donnell tiene 51 años, está casado con Caroline Fentress y tiene cinco hijos.