Foto: lopezdoriga.com
Muchos dicen que debemos bañarnos un día sí y el otro no. Otros más que es indispensable bañarse diario. Y finalmente, unos cuantos, a favor de la higiene máxima, dicen que entre más veces se duchen al día, mejor. ¿A quién hacerle caso? aquí te decimos la respuesta a esta interrogante.
La respuesta podría ser sencilla; que cada quien se bañe cuando le plazca. Y existe cierta veracidad en esta declaración. Pero también es importante considerar que existen factores externos que pueden modificar nuestra rutina del baño, ya sea el clima, nuestras actividades durante el día o inclusive simplemente el pudor ante los demás sobre nuestra higiene personal. A continuación, te planteamos los motivos por los que tendrías que optar por las opciones más comunes: diario, intercalando días o más de una vez al día. La decisión será totalmente tuya.
Diario
En estos casos son tres los aspectos que debes tomar en consideración. El primero es tu tipo de piel, si es graso, sin duda, alguna tendrás que bañarte diario. Ya que debes retirar todo el sebo que se acumula, tanto en la cara como en el cabello, evitando así que tus poros se tapen. ¿Cómo saber si tienes cutis graso? Si al despertar tu cabello está brilloso o tu cara (especialmente la nariz) se siente grasosa, es la señal para tomar una ducha.
Los otros dos aspectos son más obvios. El lugar donde vives o la estación del año, en los climas húmedos o durante el verano será indispensable que te bañes a diario, ya que tu cuerpo producirá mucho sudor y seguramente pedirá a gritos un baño diario. Finalmente, el tercer aspecto es tu actividad física, ya sea que salgas a correr o vayas al gimnasio -está demás decirlo-, pero tendrás que ducharte después del ejercicio.
Un día sí, otro no
Yéndonos al contexto histórico el cuerpo humano en origen no estuvo diseñado para bañarse diario. Fue hasta el siglo XIX por cuestiones sociales, de higiene y de mercadotecnia que tomar un baño -privado- se estableció como la última moda. Hoy en día los motivos por los cuales podrías optar por intercalar la ducha serían: La temporada de invierno, especialmente en lugares donde es más crudo, se puede optar por esta opción. Las razones son varias; el cuerpo no produce tanto sudor y sebo, además, mayor comodidad debido a las bajas temperaturas. Finalmente, a nuestra consideración la más importante, bañarse con agua muy caliente puede llegar a irritar y resecar la piel.
El otro motivo es para aquellos con piel sensible. El agua y los productos limpiadores retiran los aceites naturales que genera nuestro cuerpo, rompiendo la barrera de humectación y protección con la que cuenta la piel. De esta forma el baño -en exceso- puede resultar agresivo. Como tip, si tienes este tipo de piel y quieres ducharte diario, te recomendamos simplemente un regaderazo y poner mayor atención en las axilas e ingle.
Más de una vez al día
Esta opción a nuestra consideración es la menos convencional, pero en ocasiones es necesaria aplicarla. ¿Cuáles son esas ocasiones? cuando se tuvo una sudoración o actividad física excesiva. Por ejemplo, para aquellos que van al gimnasio en la tarde-noche y tienen cutis graso, será necesario tomar la ducha matutina y una complementaria en la noche. Es importante destacar que el segundo baño, tendrá que ser mucho más sencillo que el primero. Evitando lavar el cabello, ya que se puede resecar, irritar o quebrantar, y de igual forma no aplicar productos de limpieza facial, con el agua será más que suficiente.
Fuente: msn.com