La NASA inició una expedición científica para reconocer el terreno de Tonga-Hunga Ha’apai, una isla que apareció espontáneamente en 2015 en el Reino de Tonga, al sur del Océano Pacífico.
El nacimiento del terreno ocurrió cuando un volcán submarino estalló expulsando rocas cenizas y vapor que alcanzó los 9 kilómetros de altitud. Luego de algunas semanas de la erupción, se formó la nueva isla que lleva el nombre de la unión de nombres de dos islas vecinas.
Aunque la mayoría de las islas nacidas bajo estas circunstancias desaparece prontamente por la erosión del mar, la nueva isla se mantiene en pie hace cuatro años, según comprobó el investigador Dan Slayback, quien viajó al lugar para analizar el terreno y elaborar un mapa 3D de la geografía.
Según informó la NASA, los resultados de la investigación arrojaron interesantes resultados. Donde se creía que iban a encontrar playas, hallaron calas agrestes y olas de mucha altura. Además, la superficie se encontraba cubierta por una especie de grava negra que dificultaba el desplazamiento de las personas.
Pero eso no es todo, también se descubrió que el cráter del volcán expele arcilla pegajosa y que la vegetación lentamente comienza a crecer facilitando la vida animal.
Foto: Shutterstock