Un hecho llamó la atención el pasado fin de semana, luego de que un alcalde mexicano cumpliera con una tradición indígena.
En cumplimiento de una tradición que surge de hace más de 230 años, el alcalde de San Pedro, Oaxaca, México, se casó con la “princesa Alicia Rubí”, quien es encarnada por una lagarto.
De acuerdo con lo establecido en la tradición, cada alcalde del municipio de San Pedro, debe casarse con un lagarto vivo. Para ello el reptil es vestido con ropa propia de una boda.
El ritual busca recrear y rememorar el día en el que dos etnias de Oaxaca, lograron unirse en una boda. Simbólicamente, la boda entre el alcalde y el lagarto, marca un sello del hombre con la naturaleza de la que los indígenas, espera que traiga consigo bendiciones.
Al participar en la celebración, el alcalde, se dijo gustoso de formar parte del festejo, debido a que es parte de la cultura de la zona y consideró, se debe mantener.
Sobre la ceremonia, explicó que se deben cumplir ciertos requisitos, como pedirle a la naturaleza una buena temporada de lluvias, que no falten alimentos y que haya peces en el río.