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Luego de que Rusia anunciara el registro de la primera vacuna contra el COVID-19, han surgido muchas interrogantes y algunas características a relucir.
Los científicos aseguran que las vacunas diseñadas para proteger de la gripe, la hepatitis B, el tétanos y la rabia pueden ser menos efectivas en adultos obesos que en la población general, dejándolos más vulnerables a infecciones y enfermedades y hay pocas razones para creer que será diferente con una vacuna contra COVID-19.
“¿Tendremos el año que viene una vacuna para COVID adaptada a los obesos? Seguro que no”, dijo Raz Shaikh, profesor asociado de Nutrición en la Universidad de Carolina del Norte-Chapel Hill.
“¿La vacuna funcionará en personas obesas? Nuestra predicción es que no” afirmó.
Al comienzo de la pandemia mundial, un estudio de China descubrió que los pacientes de ese país con COVID-19 que pesaban más tenían más probabilidades de fallecer.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) advirtieron que las personas obesas con un índice de masa corporal de 40 o más, conocido como obesidad mórbida o con un sobrepeso de aproximadamente 100 libras, estaban entre los grupos con mayor riesgo de enfermarse gravemente por COVID-19.