Ronaldinho se hizo conocido en todo el mundo por su talento con el balón, donde maravilló a millones de hinchas en especial cuando jugaba en el FC Barcelona.
Hoy, retirado del fútbol profesional, ha sido nombrado embajador de turismo de Brasil. Sin embargo, sus problemas con la justicia lo han tenido sin poder salir del país, ya que un juez decidió retener su pasaporte.
Esto luego que el exfutbolista se negara a pagar varias multas tras ser condenado por construcciones irregulares en áreas de preservación ambiental a orillas del lago Guaíba, en la ciudad de Porto Alegre.
A pesar de que su cargo es “honorario y simbólico” y forma parte de un programa de Embratur (la agencia de promoción del turismo), su caso se ha convertido en objeto de burla entre los funcionarios del gobierno de Jair Bolsonaro que se opusieron a su nombramiento, precisamente por sus problemas con la justicia, según señala El País.
Aunque aseguran que su cargo no tiene conflictos con los problemas que pudiera tener con la justicia, Ronaldinho finalmente decidió llegar a un acuerdo y deberá pagar 6 millones de reales (1,5 millones de dólares) por daños ambientales. De esta forma podrá tener su pasaporte de vuelta.
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