La Agencia
Europea de Medicamentos (EMA) finalmente dio algunas luces al respecto este
miércoles: los trombos, concluyó que deben incluirse como un efecto secundario
raro que puede aparecer en algunos receptores de esta vacuna contra el
coronavirus.
En las investigaciones detrás de estos casos de trombos se descubrió que todos los pacientes afectados tenían un número bajo de plaquetas, las células sanguíneas que normalmente ayudan a reparar el sangrado en el cuerpo. También se concluyó que los pacientes tenían este anticuerpo particular, similar al TIH, en la sangre que activa las plaquetas.
Los
científicos alemanes liderados por el especialista en coagulación de la
Universidad de Greifswald Andreas Greinache, publicaron los resultados finales
de su investigación el 9 de abril en el New England Journal of Medecine.
En este estudio analizaron las características de 11 pacientes en Alemania y Australia, que desarrollaron uno o varios eventos de trombosis o trombocitopenia después de la vacunación con AstraZeneca.
Entre 5 y
16 días después de la vacunación, todos los pacientes presentaron uno o varios
eventos de trombosis, con excepción de uno, que presentó una hemorragia
intracraneana que le causó la muerte.