Conseguir
una mascarilla de limpieza ideal para nuestro rostro puede llevarnos mucho
tiempo, y entre tantas opciones es mejor optar por una mascarilla casera. No
hay nada mejor que un exfoliante natural.
El limón contiene ácido alfa hidróxido, un ácido natural que funciona como un excelente exfoliante y ayuda a eliminar las células muertas de la piel, mientras que la miel es un antioxidante natural y un gran antibacteriano. Esto es lo que necesitas para prepararla:
- ½
limón
- 1
cucharada de miel
Preparación:
Antes de ponerte cualquier máscara, tienes que colocar tu rostro sobre una olla con agua hirviendo. De esta manera el vapor abrirá tus poros y podrás hacer una limpieza más profunda.
Mezcla una
cucharada de miel con el zumo de medio limón. Aplícalo por todo el rostro y
evita el área de los ojos. Deja que la piel absorba la mascarilla durante 15
minutos. Luego lávate con agua tibia y termina con un poco de agua fría para
cerrar los poros.