Según estudio
aún se puede infectar después de haber recibido la vacuna. Pero sus
posibilidades de enfermar gravemente son casi nulas.
Mucha gente piensa que las vacunas funcionan como un escudo, impidiendo que un virus infecte las células por completo. Pero en la mayoría de los casos, una persona que se vacuna está protegida contra enfermedades, pero no necesariamente contra infecciones.
El sistema
inmune de cada persona es un poco diferente, por lo que cuando decimos que una
vacuna tiene una efectividad del 95% eso solo significa que el 95% de las
personas que se han vacunado no enfermarán.
Estas personas podrían estar completamente protegidas de la infección, o podrían estar infectadas pero permanecer asintomáticas porque su sistema elimina el virus muy rápidamente. El 5% restante puede infectarse y enfermar, pero es muy poco probable que esas personas sean hospitalizadas.
La
vacunación no evita las infecciones al 100%, pero en todos los casos le
confiere al sistema inmune una gran ventaja frente al coronavirus. Ya sea una protección
completa contra la infección o, si desarrolla algún nivel de enfermedad.