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La mayoría
de personas solo permanecen infectadas alrededor de una semana. Sin embargo, el
diagnóstico podría seguir dando positivo semanas después.
De acuerdo a un estudio de la Universidad de Oxford, este hecho podría estar sobreestimando la escala real y actual de la pandemia. El profesor Carl Heneghan, uno de los autores del estudio, afirma que en vez de arrojar un resultado positivo o negativo, las pruebas diagnósticas deberían tener un límite en el que pequeñas cantidades de virus no provoquen un positivo.
El Centro
de Medicina Basada en Evidencia de la Universidad de Oxford analizó 25 estudios
en que se colocaron muestras de pruebas positivas sobre una placa de petri para
ver si el virus crecía. Este método, conocido como “cultivo viral”,
indica si el virus hallado en un diagnóstico positivo puede reproducirse y
propagarse en un laboratorio o persona.
La prueba más común de diagnóstico, la llamada PCR, utiliza químicos que amplifican el material genético del virus para que pueda estudiarse, una vez se toma la muestra, esta pasa por varios ciclos de laboratorio para recuperar la mayor cantidad de virus posible.
El número
de ciclos necesarios puede indicar qué tanto virus queda, si son pequeños
fragmentos o varias cantidades del virus completo.