Si bien reforzar tu inmunidad es más fácil de decir que de hacer, varios cambios en la dieta y el estilo de vida pueden fortalecer las defensas naturales de tu cuerpo, y ayudarte a combatir patógenos dañinos u organismos que causan enfermedades.
Come más grasas saludables:
Las grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva y el salmón, pueden aumentar la respuesta inmune de tu cuerpo a los patógenos disminuyendo la inflamación. El aceite de oliva, además de sus propiedades antiinflamatorias pueden ayudar a tu cuerpo a combatir las bacterias y los virus dañinos que causan enfermedades.
Duerme lo suficiente:
El sueño y la inmunidad están estrechamente relacionados. De hecho, no dormir bien o tener un sueño de mala calidad está vinculado a una mayor susceptibilidad a la enfermedad. Descansar bien puede fortalecer tu inmunidad natural. Además, puedes dormir más cuando estás enfermo para permitir que tu sistema inmunitario combata mejor la enfermedad.
Come más alimentos fermentados:
Los alimentos fermentados son ricos en bacterias beneficiosas llamadas probióticos, que se encuentran en gran cantidad en tu tracto digestivo. Estos alimentos incluyen yogur, chucrut, kimchi, kefir y natto. Investigaciones sugieren que una red floreciente de bacterias intestinales puede ayudar a tus células inmunitarias a diferenciar entre células normales y sanas, y organismos invasores dañinos.
Come más alimentos integrales de origen vegetal:
Los alimentos integrales de origen vegetal como frutas, vegetales, nueces, semillas y legumbres son ricos en nutrientes y antioxidantes que pueden darte una ventaja contra los patógenos dañinos. Los antioxidantes en estos alimentos ayudan a disminuir la inflamación al combatir compuestos inestables llamados radicales libres, que pueden causar inflamación cuando se acumulan en tu cuerpo en niveles altos.