El aumento de las temperaturas en el planeta, como consecuencia del efecto invernadero producido, está provocando el deshielo de glaciares, dejando salir al medio ambiente los químicos que hay en su interior.
Según explica la científica especializada Sue Natali a la BBC, el permafrost esconde 1.500 millones de toneladas de carbono, lo que representa el doble de la cantidad presente en la atmósfera terrestre.
Cuando el carbono entra en contacto con los microorganismos, se transforma en CO2 o metano, gases que provocan el efecto invernadero. En consecuencia, alrededor del 10% del carbono descongelado se liberará como CO2, cantidad equivalente a la tasa de emisiones de Estados Unidos de cada año hasta el 2100, algunos científicos incluso le llaman “bomba de carbono”.
Por otro lado, la liberación a gran escala de metano tendría repercusiones aún más devastadoras pues al ser un gas que dura menos tiempo en el aire, contribuiría aún más al efecto invernadero.
Pero eso no es todo, el deshielo del permafrost también liberaría enfermedades que actualmente se tienen controladas como la gripe, la viruela o la peste.
Otra de las consecuencias graves del deshielo tiene que ver con la introducción del mercurio en la cadena de alimentación. Según estudios del Servicio Geológico de los Estados Unidos, existen 1.656.000 toneladas de mercurio atrapadas en el hielo polar y el permafrost. La cantidad representa el doble de lo que alberga el resto de la tierra, océanos y atmósfera del planeta.
“El permafrost es prácticamente la tormenta perfecta. Hay mucho mercurio en el permafrost, se libera a sistemas de humedales, que son el entorno adecuado para que los organismos los capten, y luego se dirigen a la red alimentaria. Esto representa una preocupación para la vida salvaje, la gente y la industria pesquera comercial”, dice Natali.
Según la científica, las acciones tomadas por la comunidad internacional tendrán un impacto sustancial en la cantidad de carbono que se liberará y la cantidad de permafrost se derretirá. “Necesitamos mantener congelado todo el permafrost que podamos. Y tenemos cierto control sobre eso”, añadió.