@twitter.com/_Matycost
Este valiente joven carente de miedo y con un umbral del dolor bastante alto, tomó la decisión de quitarse un tatuaje que no le había gustado. Pero no se lo quitó con el proceso que todos conocemos, con el típico láser que duele más que pegarte en el dedo chiquito del pie, sino decidió optar por un método bastante rudimentario y doloroso.
El joven de 21 años estaba inconforme con su nuevo tatuaje, así que tal cual tomó un rallador de queso y se lo fue quitando. Esto se dio a conocer gracias a su amigo Matías, quien publicó en su cuenta de Twitter unas fotografías del antes y después de este tatuaje. “Un amigo se tatuó y como no le gustó el tatuaje se lo sacó con un rallador de queso. Sí, un rallador de queso”.
Y es que él mismo afirma que se quería inscribir a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), pero que algunos conocidos le comentaron que no lo iban a contratar con tatuajes visibles, así que pues decidió quitárselo.
También mencionó que antes de usar un rallador de queso, intentó quitarlo con una piedra pomez sin éxito alguno. Sobra decir que sus fotos se viralizaron rápidamente, mientras unos dudaban de su veracidad, otros se mostraban impresionados por el resultado.
Así quedó al final su tatuaje borrado.