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El doctor
Marcelo Navarrete, de la Universidad de Magallanes, confirma que se han
encontrado estos cambios “en la proteína spike, la que el virus utiliza
para su adherencia”.
Los científicos manejan la información de que este cambio genético podría estar relacionado con las bajas temperaturas que se viven en la región de la Patagonia, donde se encuentran numerosos glaciares y hay fuertes vientos.
Esto junto
a la llegada de la segunda ola, podría haber disparado los contagios, mientras
otros estudios internacionales aseguran que el COVID-19 puede mutar según
avance la pandemia y la propia enfermedad en cada zona del mundo.
Estas mutaciones pueden hacer al virus más contagioso, aunque no necesariamente más letal ni inmune a las vacunas que se están desarrollando.