Cuando se trata de combatir los virus y bacterias precauciones como lavarse las manos y evitar a quienes pueden estar enfermos son claves. Pero los expertos dicen que reforzar el sistema inmunológico también puede darte una ventaja para mantenerte saludable.
Alimentación saludable:
Para que el sistema inmunológico funcione correctamente se necesita un estado nutricional adecuado con una alimentación equilibrada y variada de legumbres, cereales en lo posible integrales y proteínas de buena calidad. No olvide el consumo de 5 porciones de frutas y verduras al día.
Buen descanso:
El descanso es una necesidad del organismo, dormir lo suficiente y tener un buen descanso ayuda a pensar con claridad, a mejorar el estado de ánimo y a mantener el sistema inmune fortalecido.
Actividad física:
Unos 60 minutos de actividad física o ejercicios al día es lo aconsejable para la prevención de las enfermedades y mejorar la calidad de vida. La práctica puede llevarse a cabo de forma continua o fraccionada. Caminar, bailar, andar en bicicleta, nadar, hacer deportes, pasear al perro, subir y bajar escaleras son algunas opciones para evitar el sedentarismo.
Reducir el estrés:
Si las situaciones de estrés tanto físico como psicológico son prolongadas se dañará el sistema inmunológico y la respuesta a las infecciones será deficiente. El vínculo entre el sistema nervioso y el cerebro con la función inmunológica es de gran complejidad.