La posible
vacuna contra la COVID-19 en la que trabajan científicos de la Universidad de
Oxford será probada en Brasil por el nivel de infección en ese país y a fin de
determinar su eficacia.
Expertos del Instituto Jenner de esta universidad empezaron a desarrollar la vacuna en enero en chimpancés y actualmente están trabajando en las fases clínicas.
Pero ante la disminución de casos en Reino Unido, necesitan un lugar con una tasa de infección más alta para demostrar si es efectiva.
El
consejero delegado de la farmacéutica AstraZeneca, Pascal Soriot, cuya empresa
ha llegado a un acuerdo con Oxford para fabricar eventualmente millones de
dosis, dijo al citado periódico que por esta razón están buscando el mal en
muchas partes del mundo.