El COVID-19 aqueja al mundo y muchas personas se hacen la misma pregunta ¿debemos preocuparnos por el coronavirus?
Según la Organización Mundial de la Salud, los síntomas
de la COVID-19 en general, son leves, sobre todo en los niños y los adultos
jóvenes. No obstante, también pueden ser graves y obligan a hospitalizar a
alrededor de uno de cada cinco infectados.
Por consiguiente, es bastante normal preocuparse por
los efectos que el brote de COVID-19 puede tener en nosotros y en nuestros
seres queridos.
Esta preocupación debe servirnos para adoptar medidas de
protección para nosotros, nuestros seres queridos y las comunidades donde
vivimos. La medida principal y más importante es la higiene regular y completa
de las manos y de las vías respiratorias.
En segundo lugar, es importante mantenerse informado y seguir los consejos de las autoridades sanitarias locales, como los relativos a los viajes, los desplazamientos y los eventos donde se pueda concentrar un gran número de personas.
¿Quiénes son los que corren riesgo de desarrollar una enfermedad grave?
Todavía falta mucho por aprender y estudiar sobre la forma en que la COVID-2019 afecta a los humanos, pero parece que las personas mayores y las que padecen afecciones médicas preexistentes (como hipertensión arterial, enfermedades cardiacas o diabetes) desarrollan casos graves de la enfermedad con más frecuencia que otras.
Lo más importante es mantener las medidas de prevención como lavarse las manos con frecuencia y mantener el distanciamiento social para evitar el contagio y propagación del virus.