El lunes serán escuchados por la corte suprema dos casos sobre si las universidades públicas y privadas deberán considerar la raza como un factor a la hora de admitir alumnos.
Durante años se ha generado polémica el reparar la discriminación histórica. Las instituciones educativas y empresas estadounidenses lo ven como algo vital para fomentar la diversidad. Mientras que otros consideran que es antitético a la noción de que la igualdad racial significa que todas las razas sean tratadas por igual.
El tribunal analizará los argumentos orales de los casos de la Universidad de Carolina del norte y la Universidad de Harvard. Los argumentos en contra la acción afirmativa son presentados por un grupo llamado por una Admisión Justa, por el activista conservador Ed Blum.
La última vez que la corte suprema pronunció sobre la discriminación positiva fue en 2016. Jueces confirmaron por un margen la política de admisión de la Universidad de Texas en Austin en una votación de 4-3 en la que el juez Anthony Kennedy, emitió el voto decisivo.
Los jueces se mostraron escépticos ante la posibilidad de que las universidades lleguen a la conclusión de que sus objetivos de diversidad se hayan cumplido.
Clarence Thomas el juez conservador cuestiono que las universidades tienen un interés imperioso en la diversidad, mientras que su colega conservador Neil Gorsuch expresa su preocupación por el objetivo de lograr que la diversidad sea similar a tener cuotas raciales, que previamente el tribunal ha prohibido.