El limón aporta una gran cantidad de vitamina C implicada en la producción del colágeno, potasio y cantidades menores de otras vitaminas y minerales. Además, beber agua con limón tiene la propiedad de mejorar la cicatrización y la función del sistema inmunitario.
Proporciona una dosis saludable de vitamina C:
Exprime medio limón en tu agua. Añades así apenas 6 calorías y consigues más de una sexta parte de la cantidad diaria de vitamina C que necesitamos para protegernos del daño celular y para reparar las lesiones.
Digestión más ligera:
El ácido ayuda a descomponer los alimentos. Por este motivo nuestro estómago está lleno de ácido. El ácido del limón podría ser especialmente útil para ayudar a los ácidos estomacales, que disminuyen con el envejecimiento.
Evita la oxidación:
Los limones contienen fitonutrientes o sustancias que protegen al cuerpo de la enfermedad. Estos fitonutrientes tienen poderosas propiedades antioxidantes, lo que previene de la oxidación o nos protege del envejecimiento desde el interior.
Ayuda a mantenerse hidratado:
La mayoría de nosotros no bebe la suficiente agua. Una limonada a diario es una forma sencilla de empezar el día con el pie derecho.