La miel es
hidratante, revitalizante, suavizante, antioxidante y nutritiva; ideal para
todo tipo de piel, ya que funciona perfecto para limpiar a profundidad y
eliminar toxinas.
A la miel,
se le atribuyen propiedades antibióticas, siendo un excelente antiséptico para
las lesiones de la piel. Aumenta la capacidad de resistencia del organismo a
las infecciones, convirtiéndose en un cicatrizante y regenerador de las células
de tejidos lesionados por quemaduras diversas, heridas y úlceras.
Actúa como un limpiador de poros:
La miel se puede usar para limpiar los poros y eliminar las espinillas negras. Dado que la miel tiene propiedades antioxidantes, antisépticas y antibacterianas, ayuda a eliminar los puntos negros de la piel eliminando la suciedad de los poros. Luego hidrata y aprieta los poros de la piel para una tez clara.
Aclara cicatrices:
La miel es un humectante natural y un antiséptico natural. Esto no solo mantiene su piel suave y saludable, sino que también asegura que quede menos cicatriz. Minimiza cualquier inflamación y ayuda a curar la piel más rápido. Además, los antioxidantes presentes en la miel ayudan a reparar la piel dañada.
Combate el acné y las espinillas:
La miel
tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que ayudan no solo a
eliminar el exceso de aceite de la piel. La superficie de la piel, pero también
elimina los bloqueos o los poros obstruidos, que si no se tratan pueden causar
la rotura constante del acné y los granos en la piel.