Foto: ticbeat.com
El músculo
es un tejido que está compuesto en su mayoría por agua y un 22 % por proteínas.
En primer lugar, para ganar masa muscular hay que tener un balance positivo de
energía, lo que significa que las calorías totales que se aporten por medio de
la dieta deben ser superiores a los requerimientos diarios. Asimismo las grasas
y los carbohidratos también tienen que consumirse en cantidades adecuadas.
Lácteos:
Las proteínas de la leche son consideradas de alto valor biológico, en 100 mililitros de este alimento hay 3,6 gramos de ellas, de las cuales hay que destacar la caseína, ya que constituye un 80 % del total, es gracias a esta que se pueden producir derivados lácteos como el queso y el yogur.
Huevo:
El huevo tiene una composición proteica completa y equilibrada, ya que contiene todos los aminoácidos esenciales que se deben aportar en la dieta, debido a que el cuerpo es incapaz de producirlos, así pues se considera que tiene un valor biológico superior a otros productos.
Legumbres:
Las legumbres se caracterizan por su elevado contenido proteico, ya que contienen entre 17 al 25 %. Esta proporción es similar al aporte que tienen las carnes, sin embargo, su calidad se ve afectada.
Carnes:
Las carnes
también se consideran como fuente de este nutriente., proporcionan entre un 15
a un 22 % y son además de alta calidad. Pero hay algunos tipos que pueden superar
este valor, asimismo en estos comestibles también hay minerales como el hierro,
el zinc y el fósforo.
Algo que suele generar dudas es si en las carnes rojas y en las blancas el contenido proteico difiere, la realidad es que no existe una diferencia notoria en ellas, en este sentido, lo que puede variar es el aporte y la calidad de las grasas.
Cereales:
Los cereales, sobre todo los que son integrales, son alimentos que tienen una calidad nutricional considerable, aportan fibra dietética, minerales y casi no contienen grasas.