El francés reconoce que le afecta no poder jugar todo lo que quisiera y que en varias ocasiones lo dejen en el banco.
A casi dos años de que llegó al FC Barcelona, el francés Antonine Griezmann no se siente del todo a gusto en el cuadro español.
En entrevista con el diario L’Equipe, el delantero de 30 años dice que le afecta no poder jugar todo lo que quisiera y que en varias ocasiones lo dejen en el banco.
“Cuando pierdes el campeonato, por ejemplo, me entristece. También al principio de temporada, porque no estaba jugando, no me sentía importante. Estoy acostumbrado a jugarlo todo, los grandes partidos, me encuentro en el banquillo ante el Real Madrid. Es molesto ver a los compañeros calentar en el campo mientras tú estás junto a él”, dijo según recoge Marca.
Algo diametralmente distinto a lo que ocurre cuando juega en la Selección francesa. “En Francia, no tengo nada de qué quejarme, me he ganado este respeto. Las personas que siguen el fútbol se dan cuenta de que lo hago bien en todos los lugares a los que voy”.
“En la selección me pasan todos los balones, soy más libre, como estuve en el Atlético de Madrid”, agregó el campeón del Mundo en Rusia 2018.
Aunque admite que en sus inicios como jugador del Barcelona “fueron complicados”, en 2021 siente que “las cosas van mejor de todos modos”.
Respecto a su relación con Lionel Messi, el francés dijo que se entienden bien. “A veces nos escribimos mensajes, nos comunicamos mucho en los entrenamientos. En el campo, obviamente es un jugador muy fácil de jugar. Le envías un melón, lo convierte en caviar”.