Las personas que tienen mascotas saben cuánto agradecen ellos que los acaricien, pero ahora un estudio de la Universidad del Estado de Washington, en Estados Unidos, ha llegado a la conclusión de que ese gesto también sería altamente beneficioso para quien da las caricias.
La investigación se realizó para ayudar a los alumnos de esta casa de estudios a reducir el estrés. De esta manera descubrieron que la interacción humano-mascota, además de mejorar el estado de ánimo de los estudiantes, realmente produce beneficios fisiológicos para aliviar el estrés, según publican en AERA Open, la revista de acceso abierto de la Asociación Estadounidense de Investigación Educativa.
El estudio involucró a 249 estudiantes universitarios divididos al azar en cuatro grupos. El primer grupo recibió interacción práctica en grupos pequeños con gatos y perros durante 10 minutos. Podían acariciar, jugar y pasar el rato con los animales como ellos querían.
Para comparar los efectos de diferentes exposiciones a los animales, el segundo grupo observó a otras personas acariciando a los animales mientras esperaban en fila su turno. El tercer grupo vio una presentación de diapositivas de los mismos animales disponibles durante la intervención, mientras que el cuarto grupo estaba “en lista de espera”.
Esos estudiantes esperaron su turno en silencio durante 10 minutos sin sus teléfonos, materiales de lectura u otros estímulos, pero se les dijo que pronto experimentarían la interacción con los animales, recoge 20 Minutos.
Se tomaron varias muestras de cortisol salival de cada participante, comenzando por la mañana cuando se despertaron. Una vez que se extrajeron todos los datos de las diversas muestras, los estudiantes que interactuaron directamente con las mascotas mostraron significativamente menos cortisol en su saliva después de la interacción. Estos resultados se encontraron incluso al considerar que algunos estudiantes pueden haber tenido niveles muy altos o bajos para empezar.
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